¿Cómo gestionar los riesgos financieros en las empresas?
El aumento de costos, las crisis económicas y demás coyunturas que atraviesan tanto a empresas como a particulares, han hecho que este tipo de acciones sean cada vez más monitoreadas para evitar inconvenientes futuros.
La gestión de riesgos financieros en empresas es crucial para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento.
El aumento de costos, las crisis económicas y demás coyunturas que atraviesan tanto a empresas como a particulares, han hecho que este tipo de acciones sean cada vez más monitoreadas para evitar inconvenientes futuros.
Si quieres saber más sobre este tema, continúa leyendo este artículo.
¿Qué es la gestión de riesgos financieros y cuál es su importancia empresarial?
Hoy en día, las disparidades económicas hacen de las crisis una gran constante. Por eso, es vital que los negocios estén alertas y conozcan cómo identificar y mitigar problemas. Y una gestión de riesgos financieros puede ser esencial.
Se trata de un proceso mediante el cual una empresa identifica, evalúa, controla y minimiza los riesgos que pueden afectar sus finanzas. Los mismos pueden surgir de diversas fuentes, como fluctuaciones en el mercado, incumplimientos de pago por parte de clientes, problemas operacionales, falta de liquidez, y cambios en el entorno legal y regulatorio.
La finalidad de la gestión de riesgos financieros es proteger la viabilidad económica de la empresa y asegurar su capacidad para alcanzar sus objetivos estratégicos.
Además, permite a las empresas anticipar posibles amenazas y desarrollar estrategias efectivas para minimizar su impacto.
Tipos de riesgos financieros en las empresas
En el mercado, conviven diversos peligros económicos que desestabilizan los negocios. Algunos de ellos son:
Riesgos de mercado: Se refieren a la posibilidad de pérdidas debido a cambios en los precios, tasas de interés, tipos de cambio y otros factores externos.
Riesgos de crédito: Surgen cuando los clientes o socios comerciales no cumplen con sus obligaciones financieras.
Riesgos operacionales: Involucran pérdidas derivadas de fallos en procesos internos, sistemas, personas o eventos externos.
Riesgos de liquidez: Alude a la incapacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo debido a la insuficiencia de recursos.
Riesgos legales y de cumplimiento: Incluyen pérdidas resultantes de incumplimientos normativos.
Evaluación de riesgos financieros: qué es y para qué sirve
En tanto, además de conocer los tipos de riesgos, es necesario revisarlos. Para hacerlo de manera efectiva, se requiere de una evaluación. Se trata del proceso de identificar, analizar y cuantificar los posibles problemas que pueden afectar negativamente la operación y la rentabilidad de la empresa. Es fundamental para desarrollar estrategias efectivas de mitigación que protejan a la empresa contra pérdidas financieras significativas.
En sí, estas evaluaciones pueden ser cualitativas -es decir, emplear métodos descriptivos para identificar y describir los riesgos financieros y su posible impacto- o cuantitativas -usar modelos matemáticos y estadísticos para medir la probabilidad y sus repercusiones-.
4 estrategias de mitigación de riesgos financieros
¿Cómo disminuir los problemas ocasionados por las constantes fluctuaciones económicas que atraviesa una empresa? Si bien no hay métodos efectivos al 100%, sí hay estrategias que pueden implementarse y los mencionamos a continuación.
Diversificación
Variar las fuentes de ingresos y las inversiones para reducir la exposición a un solo tipo de riesgo.
Cobertura (Hedging)
Utilización de instrumentos financieros derivados para protegerse contra movimientos adversos en los precios de mercado.
Seguro
Adquisición de pólizas específicas para protegerse contra pérdidas financieras inesperadas.
Reservas de capital
Mantener fondos de contingencia adecuados para cubrir posibles “huecos” por falta de dinero.
¿Cómo implementar un sistema de gestión de riesgos?
Llevar a cabo un proceso de estas características requiere de una planificación cuidadosa y aquí te contamos cómo hacerlo de manera efectiva:
Desarrolla una política de gestión de riesgos
Para empezar, es crucial definir claramente los objetivos del sistema de gestión de riesgos y determinar su alcance, incluyendo qué áreas y procesos de la empresa serán cubiertos. También se deben asignar responsabilidades, designando un equipo o una persona encargada de la tarea. Este equipo debe tener la autoridad y los recursos necesarios para implementar y mantener el sistema de manera eficiente y siempre funcionando.
Identifica todos los riesgos posibles
El análisis interno es fundamental para revisar los procesos organizacionales, estados financieros y políticas de la empresa con el fin de identificar posibles vulnerabilidades. Además, se debe realizar un análisis externo para evaluar el entorno económico, político y de mercado, identificando factores externos que puedan impactar financieramente a la empresa.
Haz una evaluación de cada uno de ellos
La evaluación cualitativa utiliza métodos descriptivos para identificar y describir los riesgos financieros y su posible impacto en la empresa, incluyendo la realización de entrevistas y talleres con empleados clave. Por otro lado, la evaluación cuantitativa aplica modelos matemáticos y estadísticos para medir la probabilidad y repercusiones de los problemas. Puede incluir el análisis de escenarios y el uso de software especializado en gestión de riesgos.
Crea estrategias de mitigación
A la vez, es importante diversificar las fuentes de ingresos y las inversiones, reduciendo así la exposición a un solo tipo de riesgo. La cobertura (hedging) mediante el uso de instrumentos financieros derivados puede protegerse contra movimientos adversos en los precios de mercado. Adquirir seguros específicos también es una estrategia clave para protegerse contra pérdidas financieras inesperadas. Además, mantener reservas de capital adecuadas ayuda a cubrir posibles inconvenientes.
Añade procedimientos y controles
Desarrollar y documentar procesos claros y fácilmente accesibles para todos los empleados relevantes es esencial. También, es fundamental capacitar a los empleados sobre la importancia de la gestión de riesgos y cómo identificar y mitigarlos en sus áreas de responsabilidad.
Utiliza tecnología y herramientas
Seleccionar software y herramientas avanzadas que permitan monitorear y gestionar los riesgos financieros en tiempo real ya no es una opción, sino más bien una gran necesidad empresarial. Asegurar que este tipo de recursos se integren bien con los sistemas de información y contabilidad existentes del negocio garantiza una gestión de riesgos más eficiente.
Monitorea y revisa continuamente
Realizar auditorías internas regulares para evaluar la efectividad de las estrategias de gestión de riesgos y hacer ajustes necesarios es vital. Contratar auditorías externas periódicamente proporciona una perspectiva imparcial sobre la gestión de riesgos financieros y ofrece recomendaciones para mejoras. Actualizar las políticas y procedimientos asegura que se reflejen los cambios en el entorno empresarial y regulatorio.
Comunica los resultados y chequea los reportes
Además, para que la gestión sea efectiva, es recomendable generar informes regulares para la alta dirección y otros interesados. Estos reportes deben destacar los principales riesgos identificados, las estrategias de mitigación implementadas y los resultados obtenidos. Fomentar una cultura de transparencia asegura que todos los empleados comprendan la importancia de la gestión de riesgos y cómo pueden contribuir a ella.
Riesgos, crisis y oportunidades de mejores
En la gestión empresarial siempre habrá obstáculos. Lo importante es saber mitigarlos y salir airosos de los problemas. Los riesgos financieros son actores que estarán presentes en los negocios pero, ¿hay alguna empresa que no los haya atravesado?
La clave es administrar recursos, utilizar la inteligencia y saber que detrás de toda crisis también hay nuevas oportunidades de desarrollo.
¿Has tenido que gestionar riesgos financieros en tu organización?