Da un paso extra para ofrecer una experiencia increíble
A veces un poco de creatividad y esfuerzo extra puede hacer una gran diferencia en la experiencia del cliente.
Uno de nuestros seguidores, David Turk, compartió un artículo de un número reciente del New York Times sobre cómo un camarero de un restaurante de lujo "sorprendió" a un invitado con una asombrosa muestra de servicio al cliente.
La versión corta de la historia es que una mujer fue a cenar a uno de los mejores restaurantes de Nueva York. Por experiencia, sabía que era difícil conseguir su bebida favorita, Dr. Pepper, así que trajo la suya y pidió un vaso de hielo, nada más. Cuando el camarero regresó con un vaso de cristal lleno de hielo, sacó la lata de refresco de su bolso y llenó su vaso. El camarero finalmente se llevó la lata vacía. Varios minutos después, volvió con otra lata de Dr. Pepper. Ella estaba, en sus palabras, "asombrada" de que el restaurante tuviera Dr. Pepper. Bueno, resulta que no lo tenían. El camarero "corrió a la bodega de la esquina" y compró una lata para que ella la disfrutara.
Me encanta esa historia, y me recordó una experiencia similar que tuve en un restaurante de lujo. Este restaurante estaba situado en un hermoso edificio de oficinas. La noche que cené allí, pregunté si tenían cerveza de raíz. El camarero dijo que no, pero pensó que la máquina de refrescos del vestíbulo del edificio sí. En pocos minutos, volvió con una lata de cerveza de raíz y me la sirvió en un vaso para cerveza fría.
Vamos a analizar esto. Hay al menos tres buenas lecciones aquí:
Prestar atención. En ambos casos, los camareros prestaban atención a sus invitados. La atención puede ayudar a encontrar oportunidades para ofrecer una mejor experiencia.
Cuida a tus clientes. Los camareros obviamente se preocuparon por entregar una gran experiencia de servicio. No estaban sólo realizando tareas. Habría sido fácil para un mozo ignorar al cliente que trajo Dr. Pepper, o decirme, "Lo siento. No tenemos cerveza de raíz".
Haz un esfuerzo extra. Los camareros estaban dispuestos a hacer un esfuerzo extra para cuidar de sus clientes. Ir a la máquina expendedora o "correr a la bodega de la esquina" no requiere un gran esfuerzo, pero tiene un resultado enorme.