En esta oportunidad nuestro autor invitado Shep Hyken te explica algunas claves para que  tus clientes confíen en ti: Algunos de ustedes pueden o no saber que hago magia. No es magia de verdad. Cuando era niño hice espectáculos en fiestas de cumpleaños, en la secundaria, y en la universidad trabajé en clubes de comedia haciendo comedia y magia. Todavía hago trucos con cartas.

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La tienda de magia - tus clientes confíen en ti

Había una tienda de magia en Washington,propiedad de Al Cohen. Conocí a Al cuando era adolescente. Cuando comencé a trabajar, podía permitirme el lujo de ser un cliente habitual de Al's. Ya fuera que comprara trucos de su catálogo o que fuera a la tienda personalmente cada vez que estaba en la ciudad, Al me consideraba uno de sus " clientes habituales ". Un día Al dijo: "Shep, sé lo que te gusta. Tengo nuevos libros de magia y accesorios aquí cada semana. Si quieres, puedo tomar el número de tu tarjeta de crédito y enviarte lo que sé que querrás. Si me equivoco, devuélvemelo".

Sin dudarlo, entregué la información de mi tarjeta de crédito. De vez en cuando recibía un paquete de la tienda de Al. Nunca se equivocó. Ni una sola vez devolví un artículo. Me conocía tan bien - y me trataba tan bien - que confiaba en él.

El descapotable

¿Cómo hacer para que tus clientes confíen en ti?

Hace unos diez años tenía un pequeño descapotable. Lo compré en eBay por unos cuantos miles de dólares. Me refería a él como mi "pedazo de chatarra". Era divertido de conducir, y era

mecánicamente fuerte. El automóvil tenía 35 años, y la mayoría de los concesionarios de autos no lo vendían no sólo por lo antiguo sino por la dificultad para conseguir piezas. Sin embargo encontré un mecánico que especializaba en este tipo de coches.

Recuerdo que llevé mi auto al servicio y le pregunté: "¿Cuánto me va a costar esto?" Contestó con una sonrisa: "La mitad de lo que cobra el vendedor. Tendrás que confiar en mí". Bueno, lo hice, y nunca me decepcionó. Cada vez que trabajaba en mi auto, siempre era menos de lo que pensaba que sería, y estoy seguro de que al menos la mitad de lo que un distribuidor típico cobraría. Me alegro de haber confiado en él.

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No hace mucho tiempo cené en uno de mis restaurantes favoritos. El dueño me preguntó si confiaba en que me sorprendería con una comida que él sabía que disfrutaría. Le recordé que no me gustaban los hongos. Preparó una comida increíble. No estaba en el menú. Tuve que confiar en él, y no me decepcionó. No puedo esperar a volver y confiar en él otra vez.

Estos son ejemplos sencillos sólo para demostrarlo. No importa en qué tipo de negocio estés, la confianza crea lealtad. Ganarse la confianza de tus clientes normalmente lleva tiempo. Viene de un conjunto de experiencias predecibles y consistentes. Tus clientes saben qué esperar y tu siempre cumple. También saben que no te aprovecharás de ellos. Entonces, pregúntate ¿cómo hacer para que tus clientes confíen en ti.